La formalización de la empresa familiar es un proceso esencial para garantizar la sostenibilidad y sobrevivir a la brecha generacional. Así mismo ayuda al crecimiento de la misma, una vez están bien establecidos los límites y responsabilidades de cada integrante.
En México más del 80% de las empresas son PYMES las cuales a su vez la gran mayoría son una empresa familiar que busca el crecimiento, ¡esto representa un gran porcentaje del PIB! Sin embargo alrededor del 45% de estas empresas no sobreviven a la brecha generacional, este es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la empresa familiar.
Este artículo aborda el tema de la formalización de las empresas, por qué es algo a lo que las PYMES apuntan y las problemáticas más comunes en el proceso.
¿Por qué formalizar la empresa?
Al formalizar la empresa familiar tendremos como resultado una mejor organización de la misma, con puestos bien delimitados, donde cada uno de los integrantes se responsabiliza de un área, dando un mayor orden y facilitando la resolución de conflictos.
El proceso de formalización de la empresa ayuda desde dos puntos, el primero se centra en la supervivencia y al mismo tiempo entra el segundo que es la búsqueda del crecimiento de la empresa familiar.
¿Qué aspectos es importante tomar en cuenta cuando se pretende formalizar una empresa familiar? A continuación se presentan algunos de ellos.
La formalización de gestión dentro de la empresa familiar
Si lo que se busca es el crecimiento de la empresa familiar uno de los principales puntos en los que hay que desarrollarse y mejorar es la gestión empresarial o management, este es el proceso que dirige y guía las operaciones de una organización.
Para hacer realidad los objetivos de la empresa es necesaria una buena gestión, donde parte del crecimiento de la empresa familiar se da gracias a la fundamental tarea de delimitar puestos, tareas y responsabilidades.
Durante los primeros años en los que se crea una empresa los roles y responsabilidades no están muy bien definidas por lo cual surgen los “todólogos” aquellas personas que tratan de aportar a todas las áreas sin centrarse en áreas específicas.
Cuando la empresa crece y comienza su proceso de formalidad, se busca especializar y formar a los todólogos para que se centren en un área y puedan ayudar al desarrollo de la empresa en esa área en concreto desde un punto más especializado y al mismo tiempo para delimitar las responsabilidades de los colaboradores para que no haya intromisiones en otras áreas.
Existen 3 las habilidades que se buscan desarrollar dentro de nuestra empresa cuando se pretende la formalización de gestión:
- Habilidades para el negocio: son aquellas habilidades que ayudarán directamente a hacer crecer a la empresa, como lo son nuevos productos a ofrecer por parte de la empresa, aprender a vender los productos ya existentes.
- Habilidades técnicas: son aquellas habilidades referentes al área en concreto en donde se trabajará, términos y técnicas específicas para desarrollar el trabajo.
- Habilidades blandas: son aquellas que se centran más en el trato con las personas, cómo se desenvuelve la persona con sus compañeros en el área, o en el caso de una gerencia o supervisión en cómo delegar actividades, responsabilidades y tareas a todo el equipo.
De esta manera cada integrante sabe hasta dónde llega su participación en la empresa y cuales son los asuntos que se debe de centrar en realizar así no se entorpecen los unos con los otros y reducirán los desacuerdos a la hora de la resolución de conflictos.
Estructura legal
Cuando buscamos el crecimiento de la empresa familiar en ocasiones nos podemos centrar tanto en la gestión y producción al punto en el que el aspecto legal queda de lado. Y esto no lo podemos permitir.
Al momento que la empresa va creciendo es importante tomar medidas de precaución sobre los riesgos legales a los que nos enfrentamos. Redactar contratos tanto para el personal como para la venta de servicios para que quede en papel todo lo tratado y en caso de existir algún conflicto con alguna parte se pueda avalar la información en algún documento oficial.
Formalizar la empresa familiar a través de las generaciones.
Sabemos que la mayoría de las empresas familiares terminan operaciones después de la tercera generación, y es por ello que nos centramos en continuar operando, pero no debemos quedarnos conforme con sobrevivir al paso del tiempo, es importante tener claro el objetivo de buscar el crecimiento de la empresa familiar continuamente.
Con un buen plan de transición se espera que la empresa sobreviva a los cambios generacionales. Es fundamental preparar a los más jóvenes o a los nuevos colaboradores para que sean capaces de asumir responsabilidades más grandes. Así mismo es igual o más importante preparar a los fundadores para que puedan delegar mayores responsabilidades a estas nuevas generaciones.
En ocasiones puede ser más compleja está parte, pues los fundadores sienten una responsabilidad y a veces es complicado delegar responsabilidades de la empresa que han venido construyendo por tanto tiempo. Por eso es importante aclarar que todo esto es para su beneficio y para el crecimiento de la empresa, al delegar tareas orientadas al funcionamiento de la empresa o a la producción del producto, podrán dedicar más tiempo a la proyección y crecimiento de la empresa familiar.
De igual forma es importante preparar a los fundadores para los cambios que sean necesarios hacer dentro de la empresa, conforme nuevas tecnologías, técnicas y herramientas surgen, es imposible seguir haciendo las cosas de la misma manera que hace 40 años, por eso la importancia de la adaptación.
El crecimiento de las empresas familiares y los conflictos
Finalmente, es importante mencionar que cuando trabajamos con familia, es natural encontrarnos envueltos en conflictos, ya sea porque unas personas buscan modernizar los procesos, o alguien que trata de interferir en las decisiones que le corresponden a otro miembro tomar. Si bien todos buscan el crecimiento de la empresa familiar, puede haber asperezas en el camino.
Es aquí cuando toma relevancia la gestión de conflictos, que busca identificar las problemáticas, abordarlas de una manera estratégica y conciliar posiciones tirantes o antagónicas, aportando cursos de acción para la comprensión entre las partes en conflicto.
La resolución efectiva de conflictos involucra un proceso compuesto por varios pasos clave. En primer lugar, es fundamental identificar la raíz del conflicto, analizando su origen y desencadenante. A continuación, se requiere la selección de estrategias específicas que se adapten a la naturaleza del problema en cuestión. Al intervenir, es crucial mantener la calma y la seriedad, transmitiendo seguridad a las partes involucradas y propiciando apertura para escuchar ideas y soluciones.
La imparcialidad es esencial, mostrándose dispuesto a abordar el conflicto de manera equitativa y respetuosa hacia ambas partes. Además, es vital presentar soluciones concretas que ofrezcan vías de resolución para ambas partes, asegurando que ambas perspectivas sean consideradas y atendidas en el proceso.
La planificación estratégica y la búsqueda de asesoramiento externo imparcial también son pasos valiosos para encontrar soluciones duraderas y equitativas. En última instancia, el compromiso con el respeto mutuo y los objetivos compartidos juega un papel fundamental en la resolución de conflictos. Es un paso más hacia la formalización de empresas familiares.