Estamos en una época donde la incertidumbre del mercado ataca fuertemente a las empresas, cada día hay nuevos descubrimientos, cada momento algo nuevo sale a la luz. Ante esto, las empresas deben de estar listas para adaptarse, pero también para marcar el cambio, por lo que pensar en formas eficientes de desarrollar nuevos proyectos debe de ser prioridad, pues nadie está exento de quedarse rezagado entre la gran cantidad de ofertas disponibles hoy en día.
¿Cuál es el objetivo de las empresas hoy en día? Muchas de ellas están optando por la implementación de metodologías ágiles, un conjunto de estrategias que pretenden impulsar el desarrollo de proyectos, dotándolos de rapidez y flexibilidad, al tiempo que permite mayor adecuación a las necesidades del cliente.
Hablemos de metodologías ágiles, qué son y cuáles son las más utilizadas, para que al terminar esta entrada de blog puedas pensar en la implementación de las mismas en tu organización.
¿Qué son las metodologías ágiles?
Las metodologías ágiles tienen su origen en el Manifiesto Ágil, un conjunto de 12 principios que, en el momento de su desarrollo, fueron pensadas con el objetivo de optimizar la gestión, la creación y el desarrollo de software, sin embargo, con el tiempo han saltado a diferentes áreas de la organización, siendo posible adaptar estos principios a distintas áreas según sus necesidades, pero siempre compartiendo la misma esencia.
Entendidas desde este punto de vista organizacional, se trata de una innovadora forma de trabajar a través de tareas y procedimientos dirigidos a la gestión de proyectos, impulsando el desarrollo de una estrategia integral que plantea una mayor rapidez y flexibilidad, además de permitir la fragmentación de los proyectos en partes que pueden adaptarse sobre la marcha, a la vez que complementarse y resolverse en poco tiempo.
Las ventajas de las metodologías ágiles
Ya te estarás haciendo una clara idea de las ventajas que supone la aplicación de las metodologías ágiles, pero seamos más claros y recalquemos las más importantes:
- Mejor satisfacción del cliente: en el desarrollo de proyectos se ha acostumbrado al cliente a generar un pedido y no conocer el resultado hasta la finalización del proyecto, sin embargo, con las metodologías ágiles esto no sucede, ya que el cliente está en contacto con el equipo en las diferentes fases del proyecto, favoreciendo la aportación mediante feedback y conociendo de antemano cada etapa.
- Mayor trabajo colaborativo: ya que se trata de una estrategia donde diferentes partes trabajan en un objetivo en común, la necesidad de comunicar de manera constante cada avance implica que se favorezca un trabajo colaborativo donde la interdependencia es indispensable.
- Minimización de riesgos: la colaboración que implica el desarrollo de los proyectos hace que se pueda minimizar el margen de error, pues a la par que cada parte se desarrolla, cuenta con el apoyo de las otras partes. Sumado a esto, hay que reconocer que también existen continuas revisiones.
- Posibilidad de adaptar el proyecto a cada paso: la división del proyecto en distintas partes hace que, al momento de requerir una modificación, pueda fácilmente aplicarse a la parte que lo requiere sin comprometer otras partes, logrando que la adaptabilidad se potencie enormemente.
- Rapidez y productividad: de las principales características de las metodologías agiles podemos destacar la entrega de proyectos en tiempo récord, esto puede suponer a la par una mayor productividad dentro de la organización.
- Mejoras en calidad: gracias a la intervención de todos los puntos anteriores, el resultado final es un proyecto que ha logrado alcanzar un nivel de calidad sin precedentes, en el que quedarán satisfechos los requisitos del cliente.
Algunas de las principales metodologías agiles
Scrum
Caracterizada principalmente por realizar “sprints”, entregas regulares y parciales del proyecto que tienen como objetivo entregar una versión del proyecto que recibe un feedback para después trabajar en una versión cada vez más mejorada. Con esto se espera una minimización de riesgos y brechas que podrían suponer retrasos en el proyecto, especialmente cuando se trata de proyectos de larga duración. Recomendado principalmente para entornos complejos, Scrum prioriza la innovación, la productividad, la flexibilidad y la competitividad.
Además, en esta metodología se propone una forma de trabajar a través de distintos roles:
- Scrum Master: su rol se fundamenta en la facilitación para el equipo de desarrollo, siendo quien retira los impedimentos que pueden surgir durante el proyecto y alineando al equipo de trabajo para seguir los principios de la metodología.
- Product Owner: es un intermediario entre los stakeholders (clientes u otras figuras interesadas en que el proyecto salga correctamente) y el equipo de desarrollo del proyecto.
- Stakeholder: es el cliente, quien define los requerimientos del proyecto y proporcionar el feedback tras cada sprint hasta la conclusión del producto.
- Team: son todas aquellas las personas que ejecutan o producen el producto.
XP o Extreme Programming
El punto fuerte de esta metodología ha sido su posibilidad de adopción en ambientes muy cambiantes que requieren una retroalimentación permanente, por lo que el equipo de trabajo debe de tener claro que siempre habrá cambios, además de que estos cambios son necesarios para conseguir un mejor producto.
XP pone como prioridad la simplicidad, la optimización de tiempos, la adaptabilidad tanto en sistemas grandes como en pequeños, la complementariedad entre miembros del equipo y, principalmente, la satisfacción del cliente.
Se puede resumir esta metodología en 5 valores necesarios para su desarrollo:
- Comunicación
- Simplicidad
- Feedback
- Apertura al cambio
- Respeto
Kanban
Su origen se encuentra en una palabra japonesa que se puede traducir como “Tarjeta Visual”, Kanban prioriza la comunicación en tiempo real entre los miembros del equipo, favoreciendo la clasificación de las tareas por medio de sub estatus, facilitando la determinación de los niveles de productividad que se dan en cada fase del proyecto.
Kanban también simplifica la manera en que se visualiza el proceso de cada parte del proyecto, ya que representa en un tablero los procesos del flujo de trabajo, es decir, el avance de las tareas. En este tablero deben existir por lo menos tres columnas, comúnmente definidas como “Pendiente, En Progreso, Terminado”. El objetivo es que las tarjetas Kanban se desplacen por cada una de las diversas etapas hasta su finalización.
Los puntos fuertes de esta metodología son:
- Planificar tareas.
- Reducción de tiempos.
- Mayor rendimiento.
- Visibilidad de las etapas.
- Entregas continuas.
¿Cómo puedes implementar las metodologías ágiles en tu empresa? Considerarlo puede cambiar por completo la dinámica de trabajo, por lo que, si en verdad te interesa, te recomendamos ver que metodología se adapta mejor a tu organización y partir de ahí para implementarla. El mundo avanza rápidamente, las empresas también deben hacerlo.